lunes, 10 de diciembre de 2012

MEMORIAS (JOSÉ RAMÓN LARRAZ)


Memorias (Del tebeo al cine, con mujeres de película)
José Ramón Larraz
Barcelona, EDT, 2012
216 pp. - 17,95 €




A los que conozcan, y era el caso del que esto firma hasta hace bien poco, a José Ramón Larraz únicamente como director de cine, les podrá sorprender la publicación de este libro por parte de una editorial especializada en la historieta como EDT. En cambio, serán aquellos que tengan a Larraz como un guionista y dibujante de cómics los que no comprenderán la aparición de las presentes Memorias del autor en una web como esta. Una paradoja esta nada extraña en un país como el nuestro, tan proclive al olvido de sus artistas, más aún cuando demuestran -como Larraz- una gran versatilidad y, por tanto, una resistencia a dejarse etiquetar y encorsetar en compartimentos estancos.


Una imagen reciente de José Ramón Larraz


Efectivamente, y como el subtítulo del libro explicita claramente -"Del tebeo al cine"-, José Ramón Larraz ha ejercido las dos profesiones, una tras otra y en ese orden, hasta alcanzar su actual jubilación. Primero fue dibujante de tebeos, encargándose del apartado gráfico de las aventuras del mítico El Coyote creado por José Mallorquí, para luego crear personajes propios como el aventurero Duncan Foster -al que, demostrando su temprana cinefilia, otorgó los rasgos de Gary Cooper-, así como a colaborar durante su estancia en Francia con publicaciones tan míticas como France Soir o Spirou.


Una de las muchas historietas realizadas por Larraz


A este apartado profesional, así como a sus años de infancia y a sus primeras relaciones sentimentales y experiencias sexuales (una temática esta muy presente en el libro: Larraz se retrata como un mujeriego en toda regla), están dedicadas las primeras páginas del presente libro, escrito con cercanía, un toque de agredecible autocrítica y mucho sentido del humor. Pero centrémonos ahora en la temática que protagoniza esta web, el cine... al que Larraz llega desde la historieta a través de un vehículo concreto y hoy de capa caída: las fotonovelas.


Un joven Larraz, durante un rodaje


Larraz empezó a granjearse un cierto prestigio como autor de fotonovelas realizando adaptaciones de clásicos literarios, empezando por Anna Karenina de Tolstoi y siguiendo con Cumbres borrascosas de Emily Brontë. Su relación con los actores-modelos y su talento para hacer de cada viñeta un encuadre cinematográfico y de cada página un simulacro de montaje, llevó a que distintos productores confiaran en él para desarrollar una carrera como director de cine algo tardía (debutó ya con cuarenta años cumplidos) pero que alcanza hasta hace apenas una década.


Versión alternativa de Scream and Die, que intenta
aprovechar el éxito de La última casa a la izquierda


El primer film de Larraz fue la británica Whirpool, si bien La muerte incierta supondría el debut del realizador dentro de los márgenes del cine español. Durante mucho tiempo Larraz alternó sus trabajos para dentro y fuera de nuestras fronteras, con títulos hoy algo olvidados como Deviation o Scream and Die, esta última conocida en nuestro país como Violación y...?. Más popular fue Symptoms / Síntomas, que llegó a estrenarse en el Festival de Cine de Cannes.


Las vampiras de Larraz


Ese mismo año, 1974, Larraz firmaría la que es sin duda su película más popular: Vampyres / Las hijas de Drácula, film de terror acerca del mito del vampirismo en clave lésbica, un poco en la línea de algunos trabajos de Jesús Franco y Jean Rollin pero por momentos superiores a la mayoría de los de estos realizadores. En su día no tuvo el predicamento que mereció, pero hoy está considerada como un film de culto en toda regla... sobre todo fuera de nuestras fronteras, un fenómeno del que Larraz es ejemplo prototípico.


Laura Gemser y Bárbara Rey: el morbo de El periscopio


Aunque posteriormente se apartó del género fantástico con títulos como la muy reivindicable Luto riguroso (con una espléndida Charo López), El mirón o la exitosa El periscopio, Larraz regresaría pronto al género de terror que tan buen resultado le había dado: el retorno lo marcaría la estimable Estigma, en la que el realizador catalán manifestaba su interés por la vida después de la muerte, la reencarnación y otros aspectos sobrenaturales. Pero sería su colaboración con el productor José Frade la que daría pie a dos filmes también mucho más dignos de lo que se dijo en su momento, por más que estuviesen sujetos a las modas imperantes a finales de los 80: me refiero a Al filo del hacha y Descanse en piezas, firmados con el seudónimo de 'Joseph Braunstein' y destinados a su explotación en el mercado anglosajón.




Pese a las críticas que suelen verterse sobre Frade, Larraz lo refleja como un profesional incuestionable. De hecho, el autor se muestra amable y complaciente con la mayoría de colaboradores con los que trabajó a lo largo de su carrera: la excepción es el actor Alfredo Landa, a quien dirigió en la parodia terrorífica, también producida por Frade, Polvos mágicos... algo que por otra parte no es de extrañar dadas las múltiples polémicas en las que este actor se ha visto involucrado tras sus declaraciones (recordemos casos como los de José Sacristán, su compañero en La vaquilla, o José Luis Garci, con el que trabajó en varias ocasiones hasta su público desacuerdo).

Liberto Rabal fue el poeta Miguel Hernández a las órdenes de Larraz


Durante los últimos años de su carrera, Larraz alternaría el cine y la televisión: para este medio rodó la serie biográfica Goya, en su día la producción más cara de la historia de Televisión Española, que fue duramente criticada en nuestro país pero aplaudida en Estados Unidos, así como algunos episodios de Las aventuras de Pepe Carvalho, según el personaje creado por Manuel Vázquez Montalbán. De igual modo, y tras despedirse de la gran pantalla en 1992 con la comedia Sevilla Connection (al servicio del dudoso talento de Los Morancos como humoristas), haría lo propio con la televisión una década después al firmar Viento del pueblo: Miguel Hernández, miniserie de dos episodios acerca del llamado "poeta del pueblo" y autor de El rayo que no cesa.


Algunas de las imágenes que ilustran el libro


De todo este devenir profesional dan buena cuenta estas Memorias, prologadas por dos firmas autorizadas como las de Luis Vigil y Carlos Aguilar, profusamente ilustradas con dibujos y fotografías en blanco y negro (además de un pliego de 32 páginas a todo color), y en donde no faltan tampoco numerosas anécdotas acerca de los encuentros del cineasta con nombres tan míticos como James Coburn, Boris Karloff, Pier Paolo Pasolini, Terence Stamp, Max von Sydow, Orson Welles o, muy especialmente, su admirado Josef von Sternberg, que le impulsó a dedicarse a la dirección de películas tras conocer su faceta como dibujante de historietas, así como la actriz, ya desaparecida, Susannah York, con la que el autor mantuvo un romance.


Larraz junto al editor del libro Hernán Migoya,
durante su presentación en el pasado Expocómic
(© Viñetas)


En definitiva, estamos ante una lectura muy entretenida, por momentos apasionante, y a la que solo se le puede poner un pero: sería de agradecer haber contado con una edición textual más cuidada, no ya por las erratas (no muy numerosas, aunque haberlas haylas), sino por el uso indiscrimado y muy poco normativo de la negrita y la cursiva, confundiéndose a veces nombres propios de personas, personajes y obras artísticas (publicaciones, películas, historietas, etcétera). De todas formas, es un fallo menor en una de esas publicaciones a las que se tilda, en este y en algunos otros casos de forma totalmente justificada, de necesarias, en la medida en que su autor ajusta cuentas con su propio pasado pero, por extensión, el lector hace lo mismo con su injusto olvido.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Nace Cinergia


Aviso para navegantes cinéfilos: no dejen pasar la oportunidad de leer el primer número de Cinergia, una nueva revista digital dedicada al séptimo arte, de periodicidad trimestral y totalmente gratuita.




Esta primera entrega, que puede leerse on line o descargándola artículo por artículo, versa acerca de una amplia gama de temas e ideas sobre el cine de ayer y de hoy: la figura del zombi, tan de actualidad últimamente; la presencia del bosque en el cine contemporáneo, con títulos como Old Joy, Yuki y Nina, Martha Marcy May Marlene o, claro, El bosque; el análisis de películas como Anticristo de Lars von Trier o Los límites del control de Jim Jarmusch; o un estudio acerca de Ne change rien, la colaboración del cineasta portugués Pedro Costa y la actriz y cantante Jeanne Balibar, son solo algunos de los temas tratados.


Martha Marcy May Marlene


Así se describe el propósito de la revista en su editorial: "Cinergia pretende recoger y desarrollar ideas de distinta procedencia, con el denominador común del cine y las artes visuales. No es una revista de actualidad y tampoco pretende serlo de crítica stricto sensu. Queremos abrir puertas que miren al pasado, al presente y al futuro. Queremos rescatar, revisar, reformular. Queremos subvertir, asociar y extrapolar. Queremos transmitir nuestra pasión por el cine en toda su extensión. Por eso, aquí tendrán cabida análisis sesudos y desvaríos bizarros. A veces, incluso, será difícil saber si se trata de una cosa o de la otra. Por si alguien no lo había pillado aún, Cinergia es la sinergia por y para el cine, la suma de reflexiones sobre el cine desde diferentes ángulos y perspectivas. Pero también un cambio de acento (de la segunda a la tercera sílaba) nos da otra interpretación igual de válida: cine y energía, porque el cine es lo que nos une a todos, lo que nos alimenta".


Ne change rien


En definitiva: una visita obligada a partir de ahora.

lunes, 26 de noviembre de 2012

PAUL THOMAS ANDERSON


Paul Thomas Anderson
José Francisco Montero
Madrid, Akal, 2011
240 pp. - 17 €




No se me ocurre mejor manera de mitigar un tanto la dolorosa espera ante el estreno español del último trabajo del realizador Paul Thomas Anderson, la premiada The Master, que leer este espléndido estudio alrededor de su figura escrito por José Francisco Montero y editado por Akal; si no me equivoco, el primero que se le dedica a este director en nuestro país y uno de los pocos centrados en su filmografía proveniente sea de donde sea.


Philip Baker Hall y John C. Reilly en Sidney


Por otra parte, no es de extrañar esta falta de estudios sobre la obra del realizador californiano, dado que estamos ante un cineasta todavía joven (nació en 1970) y de filmografía breve (tan solo ha dirigido seis largometrajes, entre 1996 y el presente año). Pese a ello, el autor del presente libro ha considerado que su obra era lo suficientemente relevante como para dedicarle un estudio de envergadura considerable como este, y después de leerlo (y disfrutarlo) no podemos menos que darle la razón.


Burt Reynolds y William H. Macy en Boogie Nights


Por su perfeccionismo, su interés por distintos géneros y perspectivas, y el tiempo que deja pasar entre sus distintos filmes (nada menos que un lustro entre la anterior Pozos de ambición, de 2007, y la mencionada The Master), a Anderson se le ha comparado en más de una ocasión con el mismísimo Stanley Kubrick. De haberse enterado, al realizador de 2001 probablemente no le hubiese molestado la comparación ante el desbordante talento demostrado en obras maestras de la talla de Boogie Nights o Magnolia. Incluso en su debut, un film noir tan interesante como Sidney, Anderson ya dejaba ver que estábamos ante un realizador llamado a ser uno de los más grandes del cine estadounidense contemporéaneo. El tiempo se ha encargado de darle la razón.


Tom Cruise y Jason Robards en Magnolia


En su libro, José Francisco Montero no cae en el recurso fácil de comentar uno a uno los distintos títulos que conforman la filmografía del director objeto de su estudio; muy al contrario, construye su discurso -sobre todo el fundamental epígrafe "Recurrencias y variaciones", que en sí mismo alcanza casi la mitad del volumen- atendiendo a la presencia recurrente de temas, ideas y conceptos en dicha filmografía. Y es que Montero considera el cine digno de estudio en general y la obra de P. T. Anderson en particular, como un objeto total en el que no cabe discernir contenido de continente, fondo de forma.


Emily Watson y Adam Sandler en Punch-Drunk Love


A partir de esa idea como punto de partida, el autor explora distintos aspectos de la vida y obra de Anderson: la importancia vital de la figura paternal frente a la ausencia de la madre, su condición de autodidacta, la influencia de algunos directores en su obra (muy particularmente de Robert Altman, Martin Scorsese y François Truffaut, pero también de Jonathan Demme, muy admirado por Anderson, y del dramaturgo David Mamet) o la dificultad de sus comienzos. Incluso dedica unas líneas a la todavía inédita (y muy prometedora) The Master.


Daniel Day Lewis en Pozos de ambición


No me cabe duda de que con este libro, José Francisco Montero conseguirá que los que no conozcan el cine de Anderson se interesen por él, de igual manera que logra que los que ya admirábamos al cineasta veamos su obra con otros ojos -sin ir más lejos, me ha convencido de darle otra oportunidad a la única película suya que no me satisface: Punch-Drunk Love-... lo cual no siempre es fácil. En definitiva: su Paul Thomas Anderson se me antoja uno de los mejores libros de cine que he leído en los últimos meses, acerca de uno de los mejores cineastas surgidos en las últimas dos décadas.


Joaquin Phoenix en The Master

 
Nota bene.- A los interesados tanto en el cine de Paul Thomas Anderson como, sobre todo, a los que sientan curiosidad por el presente estudio, les recomiendo lean esta entrevista con José Francisco Montero publicada en el blog Amante del Lente.

lunes, 12 de noviembre de 2012

NEOCULTO


Neoculto
Ángel Sala & Desirée de Fez (coords.)
Madrid, Calamar, 2012
224 pp. - 18 €




Cuando en su día reseñamos el, dicho sea de paso, estupendo libro de Vicente Muñoz Álvarez Cult Movies, ya destacamos que la aplicación de la etiqueta "cine de culto" resultaba por lo general problemática y muchas veces discutible, aunque bien es cierto que en ocasiones la idea que unos y otros tienen de lo que son las películas de culto no dista demasiado entre sí. Por tanto, resulta lógico que se sigan dedicando obras críticas a este concepto, la última este Neoculto editado por Calamar y que se promociona como "El libro definitivo sobre el cine de culto"... Una medalla autoimpuesta a todas luces exagerada pero que entronca a la perfección tanto con el objeto de estudio como con la estética del producto, que recuerda al cine de serie B, el exploitation y, vaya, lo que un servidor entiende, precisamente, por cine de culto... tenga razón o no.


The Rocky Horror Picture Show: ¿la película de culto por antonomasia?


El volumen, con la pluralidad que supone una autoría colectiva y que suele ser algo de agradecer, está coordinado por dos voces tan autorizadas como las de Ángel Sala (experto en cine fantástico y director del Festival de Cine de Sitges desde hace años) y Desirée de Fez (crítica de Fotogramas, colaboradora de la sección cinematográfica del programa de libros de TVE Página 2 y autora del reciente libro sobre el film Lo imposible), y cuenta con un prólogo tan revelador como ocurrente de la mano de Jordi Costa, que pone de manifiesto la complejidad de la etiqueta cult movie en la medida en que puede aplicarse a cintas tan diferentes entre sí como El trío fantástico de Tod Browning, Cabeza borradora de David Lynch, Kill Bill: Vol. 2 de Quentin Tarantino o la patria Diamond Flash del también autor de cómics Carlos Vermut (Psico Soda). Acto seguido, los coordinadores del volumen reinciden en esta idea en una suerte de introducción escrita a cuatro manos, explicando los motivos más que razonados de ciertas exclusiones de títulos que el lector puede que eche en falta. A continuación ya entramos en materia, con una serie de capítulos que, curiosamente, se agrupan en tres partes según la nota de prensa pero cuya clasificación no aparece finalmente tal que así en el libro impreso. Quede aquí constancia para el interesado: los capítulos 1 a 6 integrarían la parte "¿Qué es una cult movie?", del 7 al 17 estarían recogidos en "Fuentes clásicas y modernas", y del 18 al 20 serían los textos acogidos bajo el lema "Nuevos generadores del culto cinematográfico".


Kill Bill 2: una cinta de culto según Jordi Costa


Pero centrémonos ya en los textos en cuestión: Xavi Sánchez Pons y Miqui Otero se reparten la redacción del artículo "Cuando el culto se convierte en religión", donde tratan la evolución de la etiqueta cult movie en relación con la de los adalides de la misma; un cambio progresivo donde ha jugado un papel primordial la democratización del culto vía Internet y los formatos digitales. Pese a este cambio, los autores defienden la posibilidad de que puedan seguir surgiendo verdaderas obras de culto cuya entronización como tales no sea algo artificial, sino un fenómeno espontáneo e inesperado; y citan como ejemplos filmes tan interesantes como Audition, Donnie Darko, May o The Loved Ones.


The Loved Ones: cine de culto de factura reciente


Ángel Sala vuelve a salir a la palestra con el ensayo "Rituales poliédricos", que presenta el subtítulo revelador de "Mecanismos locativos y fidelizadores clásicos en el culto cinematográfico". Por su parte, el conocido crítico Jordi Batlle Caminal, en uno de los mejores artículos del volumen, articula un discurso alrededor de la importancia que tuvo el formato VHS en la concepción de la etiqueta "de culto".


Videodrome: VHS lives...


La otra coordinadora de la propuesta, Desirée de Fez, se centra a continuación en algunos directores de interés cuyas filmografías tienen en común un rasgo definitorio: la referencialidad. Es el caso de los dos grandes protagonistas de su aportación: el citado Tarantino, responsable de filmes tan deudores de la tradición previa como Death Proof, Malditos bastardos o la inminente Django desencadenado; y Nicolas Winding Refn, revelado gracias a su trilogía Pusher o la muy interesante Valhalla Rising para luego alcanzar los altares de la cinefilia mundial más in gracias a la espléndida Drive.


Drive: el cine referencial de Nicolas Winding Refn


Por su parte, Beatriz Martínez se centra en la vertiente de la nueva versión o remake vinculada al cine de culto: es el caso de las revisitaciones que ha sufrido el cine de Alfred Hitchcock -como aquella inútil fotocopia de Gus van Sant titulada Psycho- o las puestas al día de clásicos del terror de los 70 y 80 como La matanza de Texas, Zombi, Las colinas tienen ojos, Halloween, Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street. Martínez pone fin a su tesis con unas magníficas reflexiones acerca del film hongkonés Infernal Affairs, que fue revisitado por Martin Scorsese en su oscarizada Infiltrados.


Infiltrados: Martin Scorsese, cineasta de culto


Un crítico tan poco discutido como Quim Casas se centra en los clásicos de culto de la serie B: de Ed Wood a John Carpenter pasando por Roger Corman, Jack Arnold o Don Siegel. Por su parte, otra pluma habitual como Sergi Sánchez analiza el peplum y el spaghetti western como géneros de culto, a partir de cintas contemporáneas como Troya de Wolfgang Petersen o Rápida y mortal de Sam Raimi respectivamente. Acto seguido Roberto Cueto firma uno de los artículos más divertidos y agradables del libro, en esta ocasión centrado en los llamados disaster filmes: ya saben... El coloso en llamas, La aventura del Poseidón o Terremoto; un subgénero que todavía colea pero que alcanzó su cénit en la década de los 70 gracias a efectos especiales espectaculares y a repartos repletos de estrellas del pasado y del presente. A continuación, el siempre personal Rubén Lardín analiza la idea de cine de culto como algo privado e íntimo, en definitiva personal e intransferible.


Troya: ¿cine de culto... de alto presupuesto?


No podía faltar, dada la temática del libro, una colaboración de Jesús Palacios, cuyos recorridos históricos a modo de panorámica siempre son de agradecer. A continuación, dos artículos se centran en el cine de culto proveniente de Asia: por su parte, Enrique Garcelán y Gloria Fernández firman al alimón un texto sobre un fenómeno cuyo origen sitúan en el estreno de The Ring (El círculo) de Hideo Nakata. Por su parte, Ángel Sala echa la vista atrás y recuerda al mítico Godzilla, para acabar en nuestros días comentando los trabajos de cineastas arriesgados como el prolífico Takashi Miike (Zebraman), el fallecido Kinji Fukasaku (Battle Royale) o el hoy muy de moda (o, por qué no, de culto) Sono Sion (Suicide Club).


The Ring: con ella empezó la invasión del cine de terror oriental


Un libro como este sin un apartado dedicado al cine español quedaría incompleto, y los encargados de que esto no ocurra son Diego López, del fanzine El buque maldito, y el propio Ángel Sala: el primero se centra en la figura de directores como Paul Naschy, Juan Piquer Simón, Amando de Ossorio o Jorge Grau; el segundo echa la vista atrás a clásicos incontestables de nuestro cine como La torre de los siete jorobados o El extraño viaje, dirigidas respectivamente por dos hombres de letras tanto como de cine: Edgar Neville y Fernando Fernán-Gómez.


El extraño viaje: una obra maestra (y de culto)
incontestable de nuestro cine


Jordi Sánchez-Navarro toma el cine de animación de culto como objeto de estudio en "La revolución silenciosa": de las producciones Disney a los trabajos de Ralph Bakshi (con o sin Frank Frazetta), René Laloux o el fascinante Jan Svankmajer. Por su parte, Fernando de Felipe e Iván Gómez abordan juntos la televisión de culto: de Los vengadores a Mad Men, pasando por títulos inevitables como Alfred Hitchcock Presents, The Twilight Zone o Twin Peaks.


Twin Peaks: David Lynch y la televisión de culto


Gerard Casau expone en su texto las distintas maneras de la industria de encarar lo que es o no es cine de culto. Sobre esta pertenencia o no insisten después Noel Ceballos (que subraya la importancia de Internet y de la nueva crítica, con el fenómeno de los blogs y las redes sociales a la cabeza, a la hora de delimitar igualmente cuándo una película es de culto o no), Violeta Kovacsics (que se centra en la importancia de los festivales especializados al respecto) y María Adell (que hace lo propio con los visionados domésticos frente a la exhibición en los cines). En esta serie de artículos no faltan presencias tan bizarras como las del cine de Alejandro Jodorowsky, la infame Troll 2 (para muchos, la peor película de la historia del cine, superando con creces Plan 9 from Outer Space) o la reciente The Room.


Troll 2: la peor película de la historia del cine


Completa el volumen, con la encomiable intención de ser lo más exhaustivos posible, un listado de 50 cult movies imprescindibles en orden cronológico, de The Hitch-Hiker (1953) de la también actriz Ida Lupino a la ya citada Diamond Flash (2011). Dicha lista se completa con otros 50 títulos (el último de ellos, la esteticista Amer), que a diferencia de los anteriores no aparecen comentados expresamente por los colaboradores, sino solo citados. A continuación se incluye, como cierre de lujo, una votación acerca de las 5 cult movies favoritas de varias personalidades del cine y otros ámbitos culturales, con cineastas como Aja, Amenábar, Argento, Balagueró, De la Iglesia, Del Toro, Franco (Jesús), Fresnadillo, Greenaway, Kusturica, Landis, Noé, Plaza, Polanski, Urbizu, Tykwer o Villaronga.


Irreversible: uno de los convocados en la encuesta (Noé)
es favorito de otro (Tykwer)


En resumen: un libro magnífico acerca de un tema apasionante al que, como única pega, se le puede acusar de saber a poco. Quizá una mayor profusión de páginas y colaboradores habría mejorado el resultado final. Pero ciñéndonos a lo que hay, no podemos sino recomendar fervientemente su lectura y felicitar a los responsables, desde los autores y coordinadores a los responsables del suculento material gráfico, tanto en color como en blanco y negro.

jueves, 8 de noviembre de 2012

A vueltas con Drácula

Hoy, en Abandonad toda esperanza, hablamos del volumen Drácula. Un monstruo sin reflejo, que edita Reino de Cordelia, y que viene a ser un recorrido colectivo por la figura del vampiro más célebre de todos los tiempos a la vez que homenaje al escritor que lo creó: el irlandés Bram Stoker. Un libro muy recomendable donde no faltan, además de contenidos referidos a la historia, la literatura y el cómic, un par de artículos -con la firma de José Luis Castro de Paz y Emma Cohen- referidos al cine. Vale la pena leerlo(s).



sábado, 3 de noviembre de 2012

La recomendación del sábado

Este sábado, en Abandonad toda esperanza:



Libro: 
FÚTBOL, CINE Y DEMOCRACIA
José María Báez y Pérez de Tudela
(Alianza, 2012)

En 1923 coinciden en Madrid la inauguración del campo de fútbol Stadium Metropolitano y el Monumental Cinema, ambos capaces de albergar a miles de espectadores... El subtítulo de la presente obra, "Ocio de masas en Madrid (1923-1936)", nos sitúa en una temática y un marco espaciotemporal muy concretos: la vida en la capital durante los años 30 y 40 del siglo pasado. Gracias a una documentación exhaustiva, este ensayo nos retrotrae a una época en la que se disfrutaba del ocio de manera muy distinta a la actual. Imprescindible para conocer cómo era la vida cotidiana de nuestros antepasados.


(De: El Periódico de Villena, n.º 340, 2-XI-2012).

miércoles, 31 de octubre de 2012

El tercer rostro de Samuel Fuller


Ayer en Abandonad toda esperanza, y al hilo de que se cumplen ahora cien años del nacimiento y quince de la desaparición del gran Samuel Fuller, reflexionábamos sobre el hecho de que sus memorias, publicadas por Random House Mondadori en 2002 con el título de A Third Face, siguen inéditas en nuestro país una década después.




Al menos, y como decíamos allí, podemos leer el prólogo firmado por Martin Scorsese... pero no estaría de más que alguna editorial, la misma Mondadori por ejemplo, se dignase a editarlas en España. Su interés para el cinéfilo nos parece indudable.

lunes, 8 de octubre de 2012

ROBERT ZEMECKIS


Robert Zemeckis
Jorge Fonte
Madrid, Cátedra, 2012
424 pp. - 15,20 €




Demostrando la pluralidad y amplitud de miras que hace de ella una colección indispensable para el aficionado al cine en nuestro país, y que en buena parte se debe a su ya muy longeva existencia (nada menos que 92 volúmenes hasta la fecha), la serie "Signo e Imagen / Cineastas" de la editorial Cátedra ya no dedica solo sus monográficos a autores incontestables del cine clásico norteamericano o europeo (muchas veces fallecidos y, por tanto, de filmografía cerrada: es el caso, por ejemplo, del dedicado a François Truffaut), sino también a realizadores todavía en activo y de obra como poco discutible, caso del ya imprescindible estudio dedicado a Jesús Franco por Carlos Aguilar o este Robert Zemeckis escrito por Jorge Fonte y que hace la entrega 89 de la colección.


Robert Zemeckis, en una imagen reciente


El volumen arranca con un breve capitulo de carácter biográfico a modo de introducción, para pasar luego a comentar pormenorizadamente una filmografía que, si no contamos la reciente y todavía inédita Flight (por razones obvias no estudiada, aunque sí citada, en el presente libro), alcanza la cifra de quince largometrajes para cine, además de varios trabajos para televisión. Todos estos trabajos son comentados por Fonte en un orden casi cronológico: el casi se debe a que, por cuestiones pertinentes la mayor parte de casos, algunos se agrupan bajo epígrafes comunes independientemente del momento en el que fueron realizados.


Los fanáticos de The Beatles de Locos por ellos


Así, el capítulo "¡Que empiece el espectáculo!" se centra en sus dos primeros trabajos: Locos por ellos (1978) y Frenos rotos, coches locos (1980), dos comedias que sin ser desdeñables no se cuentan entre lo mejor de su filmografía. La primera es un film coral cuyo título original, I Want to Hold Your Hand, ya deja intuir la importancia que los míticos The Beatles tienen en su devenir argumental. Por su parte, Frenos rotos, coches locos es un film protagonizado por Kurt Russell que merecía mayor atención de la que tuvo en su momento, dado que su estreno se vio muy perjudicado por una débil campaña publicitaria y por la competencia de la exitosa Aterriza como puedas, que llamó más la atención de los amantes de la comedia desenfadada a la hora de pasar por taquilla.


Zemeckis junto a la pareja estelar de Tras el corazón verde


Acto seguido, "Cuando el éxito llama a tu puerta" se centra en Tras el corazón verde (1984), film de aventuras protagonizado por Michael Douglas y Kathleen Turner que quiso ser una de las derivaciones de la saga de Indiana Jones... pero en (presunta) versión más adulta, aunque nunca llegaría a alcanzar las excelencias de la serie original de George Lucas y Steven Spielberg, este último a la sazón maestro profesional y espiritual de propio Zemeckis. No obstante, la película tuvo cierto éxito, e incluso llegaría a generar una secuela, La Joya del Nilo, que ya no dirigió Zemeckis, sino el más discreto Lewis Teague.


Regreso al futuro, ya un icono de la cultura popular del siglo XX


"La trilogía futurista" se centra, claro está, en las tres películas de Regreso al futuro, realizadas entre 1985 y 1990 y, para el que esto firma, no ya la obra maestra indiscutible de su director, sino una de las más altas cotas del cine fantástico comercial de la década de los 80. Esta historia-río, protagonizada por unos inolvidables Michael J. Fox y Christopher Lloyd en la piel del adolescente Marty McFly y el alocado científico 'Doc' Brown respectivamente, popularizaron el concepto de los viajes en el tiempo desarrollado por H. G. Wells en su novela La máquina del tiempo, y crearon un producto de entretenimiento que no ya solo resulta no haber envejecido ni un ápice casi treinta años después de su estreno, sino que gana con cada nueva revisión.


 ¿Quién engañó a Roger Rabbit?: un hito en la historia de la animación


¿Quién engañó a Roger Rabbit? (1988), comentada en el capítulo "Tengo un conejo en la chistera", fue el magnífico primer acercamiento de Zemeckis al cine de animación, aunque esta historia que homenajea tanto a los cartoons clásicos de Disney y la Warner como al cine negro clásico combine dibujos animados con actores reales con un acierto que no lograrían luego propuestas como la decepcionante Cool World o la discreta Monkeybone. Años después, Zemeckis insistiría con el cine de animación, pero ahora ya enteramente digital, con las adaptaciones literarias Polar Express (2004), Beowulf (2007) y Cuento de Navidad (2009), que según Fonte no se cuentan entre los trabajos más memorables de su realizador, según explica en el epígrafe "La tecnología digital cierra el ciclo".


Ford y Pfeiffer, el matrimonio de Lo que la verdad esconde


El capítulo "Muerte en dos actos (uno cómico y otro dramático)" reúne los comentarios de dos películas en principio tan distintas como la comedia fantástica La muerte os sienta tan bien (1992), que sin ser nada del otro jueves se deja ver, y Lo que la verdad esconde (2000), film de terror y suspense con un inequívoco toque hitchcockiano que empieza muy bien y continúa bastante peor, a pesar del buen hacer de dos estrellas como Harrison Ford y, sobre todo, una competente Michelle Pfeiffer.


Forrest Gump: la película oscarizada de Robert Zemeckis


"Y, por fin, el aprendiz se hizo maestro" incluye, claro, los tres largometrajes más serios de su autor, destacando principalmente Forrest Gump (1994), que le valió a Zemeckis su único Oscar hasta la fecha como director y a Tom Hanks su segunda estatuilla (además, consecutiva) como mejor actor después de la conseguida por la muy mediocre Philadelphia. La película, adaptación del libro homónimo, también se alzó con el premio a la Mejor Película del año venciendo nada menos que a filmes como Pulp Fiction o Cadena perpetua, que con el paso del tiempo se han consolidado como superiores para la crítica de medio mundoo, un servidor incluido. Eso no le quita mérito a un film impecable desde un punto de vista cinematográfico, y al que como propone el autor del presente libro se le puede discutir mucho más su discurso ideológico. Menos aplausos recibieron Contact (1997), film de ciencia ficción científica y humanista según el libro del malogrado Carl Sagan, y Naufragio (2000), su segunda colaboración con Tom Hanks en un vehículo de lucimiento para el intérprete.


Junto a George Lucas y su mentor Steven Spielberg


A mitad del libro, el apartado "Las series de televisión" se hace eco de los trabajos de Zemeckis para la pequeña pantalla en Cuentos asombrosos e Historias desde la cripta, la primera de ellas impulsada por el omnipresente (sobre todo cuando se habla de realizadores como el que nos ocupa) Steven Spielberg y la segunda producida ya por el propio Zemeckis junto a nombres como Richard Donner, Walter Hill o el exitoso Joel Silver.


Junto a Denzel Washington en el rodaje de la inminente Flight


Como puede verse, estamos ante un trabajo exhaustivo, de más de 400 páginas, en las que Jorge Fonte analiza con detalle cada uno de los trabajos de Robert Zemeckis, situándolo en su lugar correspondiente en el panorama presente de Hollywood. Además, es de agradecer que su juicio se muestre ecuánime, huyendo de cualquier propósito hagiográfico y criticando aquello que que le parece criticable. Como único punto negativo, señalar cierto tono coloquial en el texto, más presente en la parte final del libro que en la inicial, como si el autor se hubiera vuelto algo descuidado conforme avanzaba la redacción del mismo. Algo que no empaña, de ninguna manera, los indiscutibles valores de un trabajo que, si no nos equivocamos, es el primero dedicado a la figura de Robert Zemeckis de entre lo escrito en nuestro país.


(+) Para saber más:

viernes, 28 de septiembre de 2012

A vueltas con Blade Runner


En la columna de prensa de hoy comentamos algunos títulos relacionados con el film Blade Runner, uno de ellos un imprescindible ensayo titulado Blade Runner. Lo que Deckard no sabía, que firma Jesús Alonso Burgos y edita Akal. Podéis leer la columna aquí.



lunes, 27 de agosto de 2012

FEDERICO FELLINI (Colección Nosferatu, n.º 7)



Federico Fellini
(Colección Nosferatu, n.º 7)
Jesús Angulo & Joxean Fernández (coords.)
San Sebastián, Donostia Kultura, 2011
264 pp. - 18 €





Teníamos una deuda pendiente con la Colección Nosferatu, segunda etapa de aquella revista especializada de igual nombre que tan buenos ratos nos hizo pasar a los cinéfilos que la leíamos y que desapareció para resurgir de las cenizas en formato libro. Y es que todavía no habíamos comentado aquí su séptimo número, dedicado a la figura de Federico Fellini y publicado por Donostia Kultura el año pasado... aunque, dado que no ha aparecido ninguna nueva entrega posteriormente, todavía es el último número de la colección.


Federico Fellini (1920-1993)

Coordinado por el crítico Jesús Angulo y el director de la Filmoteca Vasca Joxean Fernández, este volumen viene a ser una suerte de continuación de la labor emprendida en el inmediatamente anterior dedicado a François Truffaut, y que consiste en analizar la obra de un cineasta en concreto desde una perspectiva plural pero con un objetivo más o menos común que se desprende de varios, aunque no todos, de los artículos incluidos en la propuesta: esto objetivo no es sino echar por tierra, o cuanto menos minimizar, los prejuicios y lugares comunes que se han construido alrededor de la obra del realizador en cuestión.



Y si hay un director que ha dado pie, con su vida y con su obra, sus constantes temáticas y estilísticas y sus declaraciones, a lugares comunes en ocasiones reveladores pero en otras injustamente reduccionistas, ese es este cineasta nacido en 1920 en Rímini, en la región de Emilia-Romaña (Italia), y fallecido en la ciudad de Roma en 1993. Tanto es así que ningún otro director ha dado pie a un adjetivo definitorio de su idiosincrasia, y ni siquiera otros en tesitura semejante (Hitchcock, Ford, Lynch) han alcanzado lo que el autor de 8 1/2 con el término felliniano, que se aplica incluso en ámbitos ajenos a lo artístico. Un director que, además, ha sido homenajeado-imitado hasta la saciedad por realizadores que vinieron después, del Tim Burton de Big Fish al Takeshi Kitano de Takeshis', pasando, claro, por el Emir Kusturica de El tiempo de los gitanos, Underground o Prométeme.


Los payasos, una constante "felliniana" del cine de Fellini (Los clowns)


El presente libro, adelantamos ya que imprescindible para los estudiosos del cine del realizador, se abre con "Ruinas en construcción. Notas sobre la puesta en escena de Federico Fellini", de la reconocida escritora Pilar Pedraza, que no es sino una reescritura de una de las partes incluidas en el libro que Juan López Gandía (a la sazón responsable del apartado de documentación del presente volumen) y ella misma dedicaron a la figura de Fellini y que fue publicado por Cátedra en su colección "Signo e Imagen / Cineastas". El texto de Pedraza va mucho más allá de lo que sugiere su título, y es una introducción perfecta tanto para iniciarse en el universo de Fellini como para el resto de artículos que seguirán en el presente libro.




El inmediatamente posterior lleva la autorizada firma de José Enrique Monterde, y se centra en analizar la relación de Fellini con el movimiento por antonomasia del cine italiano: el neorrealismo. Fruto precisamente de esos prejuicios a los que hacíamos referencia antes, muy pocas veces se relaciona a este cineasta con el movimiento que popularizaron directores como Rossellini, De Sica o el primer Visconti, y cuando se habla de Fellini se recuerdan con mucha más frecuencia títulos como La dolce vita, 8 1/2 o Amarcord en detrimento de joyas tempranas como Los inútiles (I vitelloni) o Almas sin conciencia (Il bidone). Por su parte, Ángel Quintana reincide en algunas cuestiones acerca de la presencia del realismo en el cine del italiano, comentando aspectos de filmes como El jeque blanco o la popular La strada, una cinta que podría entenderse como un puente entre el Fellini neorrealista y el Fellini que vino después.


La strada: una de las películas más populares de su autor


Por su parte, Carlos Losilla nos recuerda en su texto "Negar lo felliniano" que la censura franquista provocó que nada menos que dos décadas de trabajo de Fellini se estrenaran con retraso considerable y condensadas en apenas un lustro, por lo que títulos como Fellini Satiricón, Roma, Ensayo de orquesta o La ciudad de las mujeres llegaron a los cines españoles de forma casi simultánea... condicionando así la percepción del legado de Fellini, que pasó de ser para el cinéfilo patrio un bloque compacto en lugar de un work in progress mucho más cercano a la realidad.



A continuación, el también escritor de ficción José María Latorre analiza los elementos autobiográficos en la filmografía de Fellini, centrándose por supuesto en un film tan fundamental como 8 1/2, mientras que Antonio José Navarro se centra en la presencia de "lo monstruoso" en películas tan distintas como la citada Fellini Satiricón o la otoñal Ginger y Fred. Por su parte, Ricardo Aldarondo también centra su mirada en un tema en concreto, aunque como él mismo destaca este brille por su (cuasi) ausencia en la obra de Fellini: el amor.


Marcello Mastroianni, álter ego bloqueado del propio Fellini en 8 1/2


Acto seguido, Daniel Gascó analiza en "Fellini catódico" la relación del cineasta con un invento del siglo XX al que en un principio despreció pero luego aprendió a valorar: la televisión. Esto se aprecia sobre todo en el tercio final de su filmografía, en cintas como Ginger y Fred o Entrevista, aunque también en su excepcional episodio "Tobby Damnit" para el film colectivo Historias extraordinarias, que también firmaron unos menos inspirados Louis Malle y Roger Vadim.




A continuación, un par de artículos tratan la relación de Fellini con profesionales de otros campos de la realización cinematográfica: Fernando Lara se centra en la colaboración del director con cinco guionistas que conforman prácticamente el grueso de profesionales de la escritura cinematográfica con los que trabajó a lo largo de toda su vida; esto es: Tullio Pinelli, Ennio Flaiano, el también realizador (aunque bastante olvidado) Brunello Rondi, Bernardino Zapponi y Tonino Guerra... este último, vivo todavía cuando Lara escribía estas líneas pero hoy ya lamentablemente desaparecido (falleció en marzo del presente año). Por su parte, Roberto Cueto analiza en "La extraña pareja" la relación que unió a Fellini con su compositor de cabecera, Nino Rota, en una alianza fructífera que puede recordar a otros casos como los de Alfred Hitchcock / Bernard Herrmann, David Lynch / Angelo Badalamenti o, sobre todo, sus compatriotas Sergio Leone / Ennio Morricone.


Federico Fellini y Nino Rota, amigos y colaboradores inseparables


Un par de artículos firmados por el crítico de cine y también arquitecto Jorge Gorostiza (precisamente especializado, en sus análisis cinematográficos, en la relación entre ambas disciplinas) y por Ramón Moreno Cantero se centran en la presencia de los espacios y los decorados -muchas veces de una falsedad totalmente indisimulada, como en el caso de Casanova protagonizado por Donald Sutherland-  en la obra de Fellini. Acto seguido, y poniendo fin a la retahíla de ensayos críticos, David Pinillos firma un breve y muy personal (en realidad, autobiográfico) comentario de la fundamental Los inútiles, de la que recuerda sus concomitancias con otra obra maestra de aquella década: Calle Mayor, de Juan Antonio Bardem.




En resumidas cuentas: este séptimo número de la Colección Nosferatu supone una pieza más que valiosa a la hora de acercarse a la obra de un director inclasificable que está por encima de las etiquetas que unos y otros le quisieron adosar; un mérito todavía mayor si se tiene en cuenta que Fellini no es precisamente un director del que falten referencias bibliográficas (véanse las cubiertas reproducidas a continuación). Por tanto, y para terminar, un último apunte: nos sumamos a lo manifestado en el breve texto inicial del volumen que firman Nerea Txapartegi, Delegada de Cultura del Ayuntamiento de San Sebastián, y el propio Joxean Fernández: que la colaboración entre la Filmoteca Vasca y Donostia Kultura, que pasan a editar conjuntamente la Colección Nosferatu a partir del presente número, sea duradera como para que podamos seguir disfrutando de libros tan interesantes y necesarios como este.


(+) Para saber más: