miércoles, 31 de octubre de 2012

El tercer rostro de Samuel Fuller


Ayer en Abandonad toda esperanza, y al hilo de que se cumplen ahora cien años del nacimiento y quince de la desaparición del gran Samuel Fuller, reflexionábamos sobre el hecho de que sus memorias, publicadas por Random House Mondadori en 2002 con el título de A Third Face, siguen inéditas en nuestro país una década después.




Al menos, y como decíamos allí, podemos leer el prólogo firmado por Martin Scorsese... pero no estaría de más que alguna editorial, la misma Mondadori por ejemplo, se dignase a editarlas en España. Su interés para el cinéfilo nos parece indudable.

lunes, 8 de octubre de 2012

ROBERT ZEMECKIS


Robert Zemeckis
Jorge Fonte
Madrid, Cátedra, 2012
424 pp. - 15,20 €




Demostrando la pluralidad y amplitud de miras que hace de ella una colección indispensable para el aficionado al cine en nuestro país, y que en buena parte se debe a su ya muy longeva existencia (nada menos que 92 volúmenes hasta la fecha), la serie "Signo e Imagen / Cineastas" de la editorial Cátedra ya no dedica solo sus monográficos a autores incontestables del cine clásico norteamericano o europeo (muchas veces fallecidos y, por tanto, de filmografía cerrada: es el caso, por ejemplo, del dedicado a François Truffaut), sino también a realizadores todavía en activo y de obra como poco discutible, caso del ya imprescindible estudio dedicado a Jesús Franco por Carlos Aguilar o este Robert Zemeckis escrito por Jorge Fonte y que hace la entrega 89 de la colección.


Robert Zemeckis, en una imagen reciente


El volumen arranca con un breve capitulo de carácter biográfico a modo de introducción, para pasar luego a comentar pormenorizadamente una filmografía que, si no contamos la reciente y todavía inédita Flight (por razones obvias no estudiada, aunque sí citada, en el presente libro), alcanza la cifra de quince largometrajes para cine, además de varios trabajos para televisión. Todos estos trabajos son comentados por Fonte en un orden casi cronológico: el casi se debe a que, por cuestiones pertinentes la mayor parte de casos, algunos se agrupan bajo epígrafes comunes independientemente del momento en el que fueron realizados.


Los fanáticos de The Beatles de Locos por ellos


Así, el capítulo "¡Que empiece el espectáculo!" se centra en sus dos primeros trabajos: Locos por ellos (1978) y Frenos rotos, coches locos (1980), dos comedias que sin ser desdeñables no se cuentan entre lo mejor de su filmografía. La primera es un film coral cuyo título original, I Want to Hold Your Hand, ya deja intuir la importancia que los míticos The Beatles tienen en su devenir argumental. Por su parte, Frenos rotos, coches locos es un film protagonizado por Kurt Russell que merecía mayor atención de la que tuvo en su momento, dado que su estreno se vio muy perjudicado por una débil campaña publicitaria y por la competencia de la exitosa Aterriza como puedas, que llamó más la atención de los amantes de la comedia desenfadada a la hora de pasar por taquilla.


Zemeckis junto a la pareja estelar de Tras el corazón verde


Acto seguido, "Cuando el éxito llama a tu puerta" se centra en Tras el corazón verde (1984), film de aventuras protagonizado por Michael Douglas y Kathleen Turner que quiso ser una de las derivaciones de la saga de Indiana Jones... pero en (presunta) versión más adulta, aunque nunca llegaría a alcanzar las excelencias de la serie original de George Lucas y Steven Spielberg, este último a la sazón maestro profesional y espiritual de propio Zemeckis. No obstante, la película tuvo cierto éxito, e incluso llegaría a generar una secuela, La Joya del Nilo, que ya no dirigió Zemeckis, sino el más discreto Lewis Teague.


Regreso al futuro, ya un icono de la cultura popular del siglo XX


"La trilogía futurista" se centra, claro está, en las tres películas de Regreso al futuro, realizadas entre 1985 y 1990 y, para el que esto firma, no ya la obra maestra indiscutible de su director, sino una de las más altas cotas del cine fantástico comercial de la década de los 80. Esta historia-río, protagonizada por unos inolvidables Michael J. Fox y Christopher Lloyd en la piel del adolescente Marty McFly y el alocado científico 'Doc' Brown respectivamente, popularizaron el concepto de los viajes en el tiempo desarrollado por H. G. Wells en su novela La máquina del tiempo, y crearon un producto de entretenimiento que no ya solo resulta no haber envejecido ni un ápice casi treinta años después de su estreno, sino que gana con cada nueva revisión.


 ¿Quién engañó a Roger Rabbit?: un hito en la historia de la animación


¿Quién engañó a Roger Rabbit? (1988), comentada en el capítulo "Tengo un conejo en la chistera", fue el magnífico primer acercamiento de Zemeckis al cine de animación, aunque esta historia que homenajea tanto a los cartoons clásicos de Disney y la Warner como al cine negro clásico combine dibujos animados con actores reales con un acierto que no lograrían luego propuestas como la decepcionante Cool World o la discreta Monkeybone. Años después, Zemeckis insistiría con el cine de animación, pero ahora ya enteramente digital, con las adaptaciones literarias Polar Express (2004), Beowulf (2007) y Cuento de Navidad (2009), que según Fonte no se cuentan entre los trabajos más memorables de su realizador, según explica en el epígrafe "La tecnología digital cierra el ciclo".


Ford y Pfeiffer, el matrimonio de Lo que la verdad esconde


El capítulo "Muerte en dos actos (uno cómico y otro dramático)" reúne los comentarios de dos películas en principio tan distintas como la comedia fantástica La muerte os sienta tan bien (1992), que sin ser nada del otro jueves se deja ver, y Lo que la verdad esconde (2000), film de terror y suspense con un inequívoco toque hitchcockiano que empieza muy bien y continúa bastante peor, a pesar del buen hacer de dos estrellas como Harrison Ford y, sobre todo, una competente Michelle Pfeiffer.


Forrest Gump: la película oscarizada de Robert Zemeckis


"Y, por fin, el aprendiz se hizo maestro" incluye, claro, los tres largometrajes más serios de su autor, destacando principalmente Forrest Gump (1994), que le valió a Zemeckis su único Oscar hasta la fecha como director y a Tom Hanks su segunda estatuilla (además, consecutiva) como mejor actor después de la conseguida por la muy mediocre Philadelphia. La película, adaptación del libro homónimo, también se alzó con el premio a la Mejor Película del año venciendo nada menos que a filmes como Pulp Fiction o Cadena perpetua, que con el paso del tiempo se han consolidado como superiores para la crítica de medio mundoo, un servidor incluido. Eso no le quita mérito a un film impecable desde un punto de vista cinematográfico, y al que como propone el autor del presente libro se le puede discutir mucho más su discurso ideológico. Menos aplausos recibieron Contact (1997), film de ciencia ficción científica y humanista según el libro del malogrado Carl Sagan, y Naufragio (2000), su segunda colaboración con Tom Hanks en un vehículo de lucimiento para el intérprete.


Junto a George Lucas y su mentor Steven Spielberg


A mitad del libro, el apartado "Las series de televisión" se hace eco de los trabajos de Zemeckis para la pequeña pantalla en Cuentos asombrosos e Historias desde la cripta, la primera de ellas impulsada por el omnipresente (sobre todo cuando se habla de realizadores como el que nos ocupa) Steven Spielberg y la segunda producida ya por el propio Zemeckis junto a nombres como Richard Donner, Walter Hill o el exitoso Joel Silver.


Junto a Denzel Washington en el rodaje de la inminente Flight


Como puede verse, estamos ante un trabajo exhaustivo, de más de 400 páginas, en las que Jorge Fonte analiza con detalle cada uno de los trabajos de Robert Zemeckis, situándolo en su lugar correspondiente en el panorama presente de Hollywood. Además, es de agradecer que su juicio se muestre ecuánime, huyendo de cualquier propósito hagiográfico y criticando aquello que que le parece criticable. Como único punto negativo, señalar cierto tono coloquial en el texto, más presente en la parte final del libro que en la inicial, como si el autor se hubiera vuelto algo descuidado conforme avanzaba la redacción del mismo. Algo que no empaña, de ninguna manera, los indiscutibles valores de un trabajo que, si no nos equivocamos, es el primero dedicado a la figura de Robert Zemeckis de entre lo escrito en nuestro país.


(+) Para saber más: