Anatomía del crimen. Guía de la novela y el cine negros
Mariano Sánchez Soler
Madrid, Reino de Cordelia, 2011
256 pp. - 18,95 €
Manual esencial del guión cinematográfico
Mariano Sánchez Soler
San Vicente, Editorial Club Universitario, 2011
102 pp. - 13 €
Mariano Sánchez Soler es, ante todo, un escritor vinculado al género negro. Su producción literaria no se circunscribe únicamente al mismo -de hecho, ha publicado varios libros de poesía-, pero aquellos que siguen su obra de ficción, suponemos que empujados también por su labor como periodista de investigación y ensayista acerca de cuestiones políticas y sociales de la España de nuestro tiempo, lo reconocen de inmediato como el autor de novelas como Carne fresca, Festín de tiburones, La brújula de Ceilán, Nuestra propia sangre o la trilogía de los inspectores Pulido y Galeote recogida en el volumen Grupo antiatracos.
Pero, además de todo esto, en su currículo figura también su labor como docente en el Centro de Estudios Ciudad de la Luz de Alicante. Y es que si a Sánchez Soler le gusta la literatura, no es menos cierto que le apasiona tanto o más el cine. Y es por su labor como escritor acerca del medio que le convocamos hoy para dejar constancia de la aparición de sus dos últimos libros, dedicados en su totalidad o en parte al séptimo arte.
El más reciente, y también el más atractivo de los dos, es Anatomía del crimen, que acaba de publicar Reino de Cordelia y que, como su subtítulo ("Guía de la novela y el cine negros") indica, no limita su objeto de estudio al arte cinematográfico. Pero dado que esta es la cuestión que nos ocupa en esta página, nos limitaremos a dejar constancia aquí de que el libro incluye también ensayos dedicados a escritores de novela negra, por otra parte la mayoría vinculados también artística o profesionalmente al cine, como Raymond Chandler, Jim Thompson, Chester Himes, Donald Westlake, Ed McBain o, ya dentro de nuestras fronteras, Francisco García Pavón, Andreu Martín, Francisco González Ledesma o Manuel Vázquez Montalbán.
Pero pasemos al apartado puramente cinematográfico: lejos de rendir pleitesía a los acercamientos más canónicos dentro de la historiografía y la crítica del cine negro, Sánchez Soler dedica el primer capítulo estrictamente cinematográfico no a una de las figuras intocables del género, sino a uno de sus más radicales los francotiradores, así como uno de los cineastas más outsiders que jamás trabajaron para Hollywood (y alrededores): Samuel Fuller. Desde Manos peligrosas a Perro blanco, pasando por Corredor sin retorno, El kimono rojo o Muerte de un pichón, el también escritor y guionista al mejor postor Fuller demostró no venderse a nada ni a nadie, e hizo de su ideario moral y estético un estandarte que blandió siempre contra viento y marea; esto es, contra intromisiones de la productora y/o presupuestos irrisorios.
Sánchez Soler también dedica artículos más generalistas al cine policíaco: "De qué hablamos cuando decimos 'cine negro'" es, pese a su brevedad, un texto luminoso en tanto que didáctico que recorre el género desde sus mismos orígenes hasta muestras heterodoxas como El nombre de la rosa de Umberto Eco o ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick, títulos señeros en la medida en que dieron lugar a películas tan populares como la adaptación de la primera protagonizada por Sean Connery o la emblemática Blade Runner de Ridley Scott.
También merece atención el capítulo dedicado a nuestro cine negro, aparentemente un erial pero lo suficientemente constante como para decir aquello de que haberlo, haylo. Desde las muestras tempranas que firmaron Julio Salvador e Ignacio F. Iquino a comienzos de los años 50 hasta la reciente No habrá paz para los malvados, obra maestra absoluta de Enrique Urbizu, pasando por películas a reivindicar como la popular El crack, La verdad sobre el caso Savolta, la inquietante y muy personal Las horas del día, 25 kilates, Flores negras, la soberbia Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto o varios de los filmes de Mariano Barroso, quizá el único (junto con Urbizu) que presenta una cierta constancia dentro de las coordenadas del género.
Destacar, para terminar la glosa de este volumen, que el libro en cuestión se cierra con una muy útil recopilación de apéndices, entre ellos una filmografía de adaptaciones literarias ordenadas alfabéticamente, de A pleno sol de René Clément a Zodiac de David Fincher. Tampoco hay que dejar de lado el constatar que Anatomía del crimen presenta con un suculento apartado gráfico, en muchas ocasiones con imágenes de clásicos incontestables del cine negro como Perdición, El Halcón Maltés, El sueño eterno, La jungla de asfalto, El abrazo de la muerte o Retorno al pasado... que hacen de la acción de ojear el libro todo un deleite para la vista. Pero leerlo lo es todavía más.
Señalábamos antes la labor como profesor que Mariano Sánchez Soler desempeña en el Centro de Estudios de Ciudad de la Luz de Alicante, adscrito a la Universidad Miguel Hernández de Elche. Fruto de esta labor docente, que le ha llevado a analizar profundamente un gran número de producciones audiovisuales, es este Manual esencial del guión cinematográfico, publicado por ECU y del que se señala que "ha sido elaborado para mostrar la esencia del guión cinematográfico como escritura narrativa. Tiene un objetivo docente. Es un texto directo, sin subterfugios, que desvela los ejes que mueven el proceso de la escritura cinematográfica, y sirve para introducirnos en su ejercicio".
Difícil decir más con menos palabras: efectivamente, en apenas cien páginas, su autor desglosa los conceptos centrales del guion de cine, desde lo que es un plano o una secuencia, a recursos esenciales de la narración (algunos puramente audiovisuales, otros no) como la elipsis, el fundido o el encadenado. A continuación trata todos los aspectos susceptibles de suponer una dificultad al autor primerizo que se propone escribir por vez primera un guion, como el establecimiento de la idea central frente a la historia o el tema, el diseño de los personajes, la inevitable escaleta o los siempre complicados diálogos.
Como manual pedagógico que es, el presente volumen aporta un par de anexos, uno de ellos firmado por el dramaturgo (y guionista y realizador) David Mamet y el otro un ejercicio a partir del relato de Ernest Hemingway Los asesinos, que inspirara un par de películas brillantes firmadas por Robert Siodmak (Forajidos) y Don Siegel (Código del hampa).
Estos breves apéndices, junto a los ejemplos y las ilustraciones que acompañan al texto (de Ciudadano Kane a Lost in Translation, pasando por 2001. Una odisea del espacio, Chinatown, Veredicto final o Único testigo), hacen de este Manual esencial del guión cinematográfico una muy útil herramienta para todo aquel que quiera introducirse en la maravillosa (y nunca suficientemente valorada) labor de guionista cinematográfico.
1 comentario:
Qué blog tan completo, mucha información buena. Me ha venido muy bien conocer lo del libro de Anna Karina. Me encanta el nombre del blog, soy muy fan de la nouvelle vague.
Miette
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