lunes, 9 de junio de 2014

JORDI GRAU. CONFIDENCIAS DE UN DIRECTOR DE CINE DESCATALOGADO


Jordi Grau. Confidencias de un director de cine descatalogado
Jordi Grau
Madrid, Calamar, 2014
240 pp. - 18 €




Algo, aunque sea demasiado poco, está cambiando en la imagen que de nuestro cine se da en la bibliografía especializada en el tema: ya empieza a ser obvio que, aunque la industria cinematográfica española pueda calificarse de paupérrima desde hace muchos años en comparación con otras filmografías nacionales, el cine patrio es mucho más que el que hicieron y hacen algunos, muy pocos, cineastas de renombre. Esto es: hay cine español más allá de Berlanga, Buñuel y Almodóvar. Aunque, eso sí, resulta significativo que este pequeño cambio venga auspiciado únicamente por parte de editores voluntariosos y de los propios cineastas, interesados en contar su propia versión de la Historia.


Jordi Grau, fotografiado por Rafael Trapiello


Este es el caso de las Memorias (Del tebeo al cine, con mujeres de película) del hoy ya fallecido José Ramón Larraz, publicadas a finales del año 2012, y también de este Jordi Grau. Confidencias de un director de cine destacatalogado, libro de memorias que publica Calamar Ediciones y en el que el realizador de algunos de los títulos más populares de la Transición española y del cine de terror producido en nuestro país -al margen de los sempiternos Paul Naschy y Jesús Franco- hace recuento de su carrera profesional para deleite del lector.


Lucía Bosé fue la condesa Bathory de Ceremonia sangrienta


A lo largo de más de treinta años de carrera y una veintena de películas dirigidas por él, Grau ha construido una filmografía heterodoxa y de gran variedad, moviéndose con soltura entre lo personal y lo comercial (a veces, coincidiendo en ambos), con grandes triunfos en taquilla y algún que otro proyecto frustrado. A lo largo de las doscientas cuarenta páginas de este libro, es el propio cineasta quien rememora sus vivencias tras las cámaras recurriendo al concepto de trastienda como aquello que no se ve y que queda oculto para la gran mayoría del público, homenajeando así de paso la que quizá sea su película más popular, La trastienda, título emblemático de la llamada Transición por mostrar el primer desnudo femenino íntegro, el de la actriz María José Cantudo, del cine español.


La trastienda convirtió a la Cantudo en toda una celebridad


Para los amantes del cine de terror, Jordi Grau -por aquel entonces Jorge Grau, por imperativos ajenos a su persona- es el realizador de dos películas de culto del género: Ceremonia sangrienta, su reivindicable versión del mito de la Condesa Sangrienta Erzsébet Bathory que nació, pese a ser un film de género, como un proyecto enteramente personal; y, muy especialmente, No profanar el sueño de los muertos, concebida a rebufo de la célebre La noche de los muertos vivientes, si bien resultó ser un trabajo muy superior a la gran mayoría de imitaciones del film seminal de George A. Romero, y que tuvo un gran éxito más allá de nuestras fronteras.


Dirigiendo la espléndida No profanar el sueño de los muertos


Pero Grau es mucho más que el director de las tres cintas citadas: también destaca su debut, Noche de verano, película poco vista hoy pero que muchos consideran título emblemático de lo que podríamos llamar el "Nuevo Cine Español" de la época, así como El espontáneo, Pena de muerte, La siesta, Coto de caza o Tiempos mejores, su último film, estrenado en 1995. Y, como él mismo afirma, es también el responsable directo de algunos proyectos que no llegaron a realizarse o que sí vieron la luz pero ya en manos de otros. Al respecto, es particularmente ilustrativo el episodio de Tuset Street, proyecto personal que terminó reconvertido en film para el lucimiento de la estelar Sara Montiel, y que tras las desavenencias entre esta y Grau terminó en manos del veterano realizador Luis Marquina.


Luis Marquina fue quien terminó firmando Tuset Street


De todas estas películas, las realizadas y varias de las que no, el lector descubrirá en las páginas del libro algunas curiosas anécdotas... aunque quizá no tantas como era de esperar: el único punto débil del libro es que, quizás, en su tercio final el autor despacha con demasiada celeridad muchos los filmes dirigidos por él, y no es difícil que nos quedemos con ganas de más. Al contrario, Grau se detiene mucho más en sus comienzos en el mundo del cine, por lo que la primera parte del libro resulta mucho más jugosa e interesante que las últimas páginas del volumen.


Un joven Grau en compañía del gran Federico Fellini


Al hilo de esto cabe destacar también que en el relato vital de Grau surge como una figura clave el cineasta Federico Fellini, al que le unió una fuerte amistad hasta el momento de la muerte del realizador italiano... con algún que otro episodio amargo, lógico en una relación que duró tantos años. De esta forma, Fellini es uno de los personajes fundamentales de esa nómina de coprotagonistas que el autor presenta a modo de reparto del film de su vida, donde no faltan el fundador del Opus Dei Josemaría Escrivá de Balaguer, el Director General de Cinematografía José María García Escudero, el escritor Fernando Vizcaíno Casas, la citada Sara Montiel, el director Sergio Leone, el guionista Rafael Azcona, los productores Elías Querejeta y José Frade, o el crítico José Luis Guarner.


Grau, en otra foto reciente


Nombres, la mayor parte de ellos, de grandes profesionales que, lamentablemente, ya no están entre nosotros. No es, por fortuna, el caso de Jordi Grau, que os recordamos tal y como dijimos aquí que estará firmando ejemplares de este indispensable libro suyo el próximo viernes en la Feria del Libro de Madrid. No os perdáis esta ocasión única.



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