viernes, 19 de octubre de 2007

LA ESPADA MÁGICA

La espada mágica (El cine fantástico de aventuras)
Carlos Aguilar
Madrid, Calamar Editores, 2006
256 pp. - 24 €





Los que sigan con atención la obra del escritor Carlos Aguilar, tanto la de ficción (Coproducción, Nueve colores sangra la luna) o sobre todo su ingente producción ensayística, sabrán de su devoción por la ficción de género, ya sea el fantástico, el western o el policiaco; una filia, eso sí, apoyada en una gran erudición especializada. Por lo tanto, Aguilar era el autor idóneo para un libro de las características del que nos ocupa: este maravilloso La espada mágica que no puede faltar en la biblioteca de cualquier cinéfilo que se precie.



Subtitulado con el explicativo "El cine fantástico de aventuras" y editado por Calamar Ediciones, La espada mágica es un modelo de lo que debería ser un libro de cine: además del cuerpo del texto, y sus pertinentes notas al margen, el libro está profusamente ilustrado, como no debería ser de otra manera al tratarse de un libro sobre un arte tan visual como el cinematógrafo. Al respecto hay que señalar que el diseño gráfico de la obra, cuyo responsable es Miguel San José Romano, es absolutamente impecable.



Pero centrémonos en el contenido: La espada mágica hace un repaso, completo y meticuloso, por el cine de aventuras con presencia de elementos fantásticos. Aguilar sitúa primero al lector en el marco de la literatura fantástica, señalando los textos capitales que dan forma a los estilemas del subgénero, desde los clásicos de Homero o Apolonio de Rodas a los relatos pulp de escritores como Robert E. Howard (el creador de Conan) o Clark Ashton Smith, las distintas encarnaciones del héroe eterno de Michael Moorcock o una publicación tan emblemática como Weird Tales, pasando por autores franceses como Jacques Sadoul o Pierre Benoit.



Las mitologías grecolatina y la europea protagonizan buena parte del libro, representadas por las numerosas películas que han narrado las aventuras y andanzas de héroes tan populares como Ulises, Hércules o Maciste, los célebres Los Nibelungos a la que Richard Wagner dedicó su ópera y Fritz Lang un grandioso díptico del cine mudo alemán, o las distintas películas que han contado la leyenda del Rey Arturo, de la académica Los caballeros del rey Arturo a la lamentable El primer caballero, pasando por una obra maestra de la talla de Excalibur.



A continuación, Aguilar dedica un intermedio a Ray Harryausen, el especialista en animación mediante la técnica de stop motion (esto es, fotograma a fotograma), del que defiende su categoría de autor a partir de elementos comunes en aquellas películas que cuentan con su intervención, ya sea como productor, argumentista o técnico de efectos especiales. ¿Quién no recuerda los esqueletos animados de Jasón y los argonautas o las criaturas fantásticas que pueblan Furia de titanes? Seguro que el Tim Burton de Pesadilla antes de Navidad o La novia cadáver sí...



La espada mágica prosigue adentrándose en terrenos cada vez más fantásticos, como son los mundos perdidos: de la ficción de Arthur Conan Doyle a los dinosaurios de Parque Jurásico, pasando por los primitivos de Hace un millón de años de la Hammer o las distintas encarnaciones cinematográficas de King Kong, del clásico de la RKO al remake de Peter Jackson.



Precisamente El Señor de los Anillos de Jackson protagoniza en parte el epígrafe dedicado a la fantasía heroica, con tres películas que se han convertido en un fenómeno más allá de lo puramente cinematográfico, si bien el autor prefiere la primera cinta que adapta el mundo de Narnia del británico C. S. S. Lewis.



No falta, claro está, el subgénero de la espada y brujería, representado principalmente por Conan el cimmerio, gracias a las dos películas protagonizadas por Arnold Schwarzenegger, y por El guerrero rojo, donde el protagonismo recae en otra creación de Howard: la guerrera Red Sonja. En dicho apartado Aguilar, muy atento al cine de serie B y Z, no deja de lado exploits como Ator el Poderoso o Los nuevos bárbaros.



Completan la panorámica un capítulo sobre la fantasía oriental, que a partir de Las mil y una noches (Arabian Nights en el mundo anglosajón) ha dado de sí numerosas películas protagonizadas por personajes como Aladino, Ali Baba o Simbad; una de ellas, El viaje fantástico de Simbad, protagonizada por el emblemático John Phillip Law (autor del prólogo del libro) y la bellísima Caroline Munro, cede su precioso cartel a la cubierta del volumen.



Finalmente, un apartado dedicado a producciones provenientes de Asia y Rusia, que destaca los recientes trabajos fantásticos de cineastas como Tsui Hark (Zu Warriors), Ang Lee (Tigre & Dragón) o Zhang Yimou (Hero, La casa de las dagas voladoras), sin olvidar el homenaje que realiza John Carpenter en Golpe en la Pequeña China, completan un trabajo que se cierra con una filmografía y una bibliografía especializadas.



En definitiva: La espada mágica es un libro imprescindible para los amantes del cine fantástico, sobre todo para aquellos que todavía conserven cierta inocencia y puedan mirar con los ojos de un niño aquellas deliciosas películas que convertían lo que podría haber sido una anodina mañana de domingo en todo un viaje a mundos aparentemente imposibles.



[Imágenes: El viaje fantástico de Simbad, Elric de Melniboné (ilustración), Weird Tales (cubierta), Excalibur, Ray Harryhausen, King Kong, El Señor de los Anillos, Conan el Bárbaro, Caroline Munro, Golpe en la Pequeña China, Jasón y los argonautas.]


(+) Nuestra crítica de:
- Nueve colores sangra la luna (en La Gangsterera)

Nota bene: Esta crítica ya fue publicada en su día en Abandonad toda esperanza, pero dado el interés del libro de Carlos Aguilar para todo aquel que acabe visitando esta página, hemos decidido rescatarla aquí.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que es uno de los libros más bonitos jamás publicados en España. Ya lo he regalado varias veces. Había una edición anterior, que tenía su gracia pero era pobretona, en blanco y negro.

Anónimo dijo...

John Phillip Law sólo ha hecho una película del género, aunque sea tan importante como la de Simbad. Encargarle el prólogo a él es una "carlosaguilarada". Justo por eso me encanta este autor: se sabe de lo que va y al mismo tiempo es imprevisible.

Kike dijo...

Pues a mi el libro no me gustó nada de nada.
La introducción del Sr. Law no solo es escuetita sino que además parece acabar y empezar constantemente.
El estilo del señor Aguilar es pedante y aburrido, haciendo uso continuo de la palabra "Empero" y el verbo "Devenir", respondiendo sus propias preguntas y sin contar con el menor sentido del humor. De hecho hace mención a lo despreciable del uso de la comedia en las cintas fantásticas, algo que me parece un tremendo error ya que el humor es siempre fundamental y no siempre significa una parodia asi como no toda parodia es siempre una burla.
Además, el repaso que hace de las películas no suele ser mayor que mencionarlas o como mucho dar algunos detalles sobre el reparto, dejándose en el tintero lo que hace importante (o no) esa producción. Luego están sus opiniones.
Los gustos de Aguilar son, cuanto menos, heterogéneos. Desprecia el "King Kong" de Peter Jackson, "Willow", "Parque Jurásico", "El señor de los anillos" e incluso "La princesa prometida" le resulta pesada.

Le mandé un email con mi opinión y me respondió casi de inmediato tratando de sacarme de mi tremendo error.

Nada, que este libro me parece una pérdida de tiempo.

Anónimo dijo...

Das pena y grima, Kike. ¿Cómo te atreves a poner a caldo un libro tan magnífico como "La espada mágica" con una argumentación necia? ¿Qué has hecho tú de importante como para permitirte criticar a un mito como Carlos Aguilar?

Anónimo dijo...

Un amigo me habló del comentario de Kike, lo he mirado y todavía alucino. Soy una fan de Carlos Aguilar, justo mis tres libros preferidos de cine son suyos: "Guía del cine", "Cine fantástico y de terror japonés" y, por supuesto, "La espada mágica". Miro el blog de Kike y resulta que tiene 20 años. ¿Cómo un mequetrefe se atreve a echar por tierra una obra maestra como "La espada mágica"? Sin entender sus recursos literarios, y cómo concentra los conceptos intelectuales al principio, para luego comentar las características de cada película? Es un libro increíblemente bien escrito y documentado, con gran personalidad y ritmo... y un niño se atreve a escribir que leerlo es perder el tiempo. Como dice mi abuela "Dónde vamos a llegar".

Anónimo dijo...

Estoy con Alicia, y al cien por cien. Como todos los libros de Aguilar, "La espada mágica" es un libro apasionante de leer y muy especial. Tacharlo de "pedante y aburrido" es grotesco. Aguilar ha publicado un montón de libros y ha ganado un montón de premios. Por algo será, rodículo Kike.

Anónimo dijo...

También yo estoy escandalizado con las memeces del tal Kike acerca de "La espada mágica", un libro que apenas aparecer ya es un clásico. Además, conozco un poco a Carlos Aguilar y ni es pedante ni aburrido, ni le imagino tratando de sacar a nadie de su "tremendo error". Si ha contestado a un imberbe que le pone a caldo, ya ha hecho demasiado por él.

Anónimo dijo...

A mí también me encanta el libro. Y me ha hecho mucha ilusión que Aguilar incluyera el prólogo de John Phillip Law. Es un actor que siempre me ha puesto, era delicioso en mi adolescencia de gay tímido. ¡Mi perversión! Y ahora me lo encuentro prologando un libro precioso. ¡Gracias, Carlos Aguilar!

Anónimo dijo...

Pues si tanto te gusta Law, compra la novela de Aguilar "Nueve colores sangra la luna". Sale in person, como un personaje más!

Anónimo dijo...

Gracias, Alicia guapa.

Sunwell Crag dijo...

Pienso que os habeis pasado con el supuesto Kike...
Sí, tiene 20 años, pero yo a esa edad ya me había visto todo lo habido y por haber...
Además, el muchacho, ha sido bastante más educado que vosotros, que sólo habéis hecho que ponerlo a parir.
¿No seréis vosotros los cutres?... Es bastante probable...

Para mí, Carlos Aguilar es alguien fun-da-men-tal en mi vida cinéfila, así de simple, FUNDAMENTAL, al que estaré eternamente agradecido...
Este libro es una auténtica delicia. Es hermoso de verdad. Y sí, difiero también con lo Phillip Law; el prólogo es lamentable...

Intentaré volver por aquí.

Anónimo dijo...

Criticar el prólogo de Law es una estupidez. Law es actor no escritor. No tiene por qué saber escribir ni decir nada especial. Está ahí a título simbólico, para escribir ya está el autor, que para eso es lo suyo. Y si ambos son amigos, pues muy bien.

Anónimo dijo...

Yo de cutre nada. He puesto las cosas en su sitio. Que un niñato se atreva a poner verde una obra maestra como "La espada mágica" no merece respeto y punto.

Anónimo dijo...

Estoy con Silva, y repito punto por punto todo lo que escribí a favor de Aguilar y contra Kike. Tambien coincido en que no hay que tomar el prólogo por más de lo que es: una cosa simbólica, del héroe de una de las pelis preferidas del autor.

Anónimo dijo...

Law también sale en varias fotos del nuevo libro de Aguilar, "Guía del cine español". Formidable, por cierto, al igual que "La espada mágica" por los textos y por las imágenes.

Anónimo dijo...

A mi la Guia del cine español me lo han regalado por Reyes. Y vaya si se nota que el autor es Carlos Aguilar. Están todos sus gustos, y su inconfundible estilo. Me encanta este autor.

Anónimo dijo...

También a mi. Le he visto dos veces, una cuando presentó La espada mágica en 81/2, y otra cuando presentó la Guía del cine español, en el Doré. Es muy modesto y muy simpático.

Anónimo dijo...

Supongo que Aguilar estará hecho polvo, por la reciente muerte de Law. Parece que eran muy amigos.

Anónimo dijo...

John Phillip Law y Carlos Aguilar habían entablado una amistad muy estrecha. No sé cuándo, pero así era. Aguilar se ve que es sensible, seguro que sí que está hecho polvo. La muerte de Law ha sido una tragedia, con él mueren muchos recuerdos de nuestra generación. Bueno, mueren pero no mueren. Qué envidia me da Aguilar, aunque sana, por haber sido tan amigo suyo.

Anónimo dijo...

Pues acabo de leer en la web de Almeríacine que Aguilar ha presentado en Roma un libro sobre Law. ¿Alguien sabe si es español o italiano?