Superhéroes. Del cómic al cine
Tonio L. Alarcón
Madrid, Calamar, 2011
280 pp. - 35 €
En la actualidad, la presencia (casi hegemónica) en los cines del género superheroico -por así llamarlo- ha llegado a un punto tal que parece mentira que hace no más de quince años no se hubiera intentado ya de una forma rigurosa y sistemática el aprovecharse de un sector del público, los fieles lectores de cómics de toda la vida, predispuesto a dejarse el dinero en la taquilla. Por aquel entonces, la saga de Batman desarrollada por Warner -no lo olvidemos, propietaria de DC Comics- que firmaron, con desigual fortuna a favor de quien ya sabemos, Tim Burton y Joel Schumacher, resultaba ser un oasis en mitad de un erial. Pero fuer llegar Bryan Singer y Sam Raimi con sus X-Men y sus Spider-Man respectivamente, y todo cambió. Para bien, claro, aunque algunos puedan hablar de saturación del mercado...
Por ello, resulta lógico que a estas alturas surja un libro como este Superhéroes. Del cómic al cine, firmado por Tonio L. Alarcón y editado con el buen gusto habitual por Calamar. No es la primera vez que se publica un título de estas características -ahí está Películas clave del cine de superhéroes (Ma Non Troppo), firmado por Quim Casas como precursor dentro de la bibliografía especializada escrita en castellano-, pero sí es la primera ocasión de la que disponemos para descubrir todo un universo de ficción de forma mucho más completa (y, lógicamente, más actualizada), además de una oportunidad estupenda para conocer las opiniones de un crítico tan interesante como Alarcón acerca de un gran número de títulos destacados del (sub)género -en realidad todos los verdaderamente importantes, pues el autor no se deja (casi) nada en el tintero-, y, además, ilustrados como el tema se merece: siempre he defendido que si hay una clase de libros que por fuerza han de incorporar material gráfico, esos son los libros sobre cine (¿qué es, principalmente, el séptimo arte, si no una sucesión de imágenes?), y al respecto el trabajo de Calamar, en este libro y en cualquiera de los suyos, es ejemplar.
Este Superhéroes. Del cómic al cine es un libro que quiere posicionarse cerca de su lector, por lo general un cómplice rendido de antemano a la temática que se trata. Así lo confiesa el propio Alarcón en la introducción, distanciándose de una fórmula crítica más analítica y especializada: “No se extrañe el lector por el hecho de no encontrar en este libro el tipo de análisis más profundo, incisivo y, por qué no decirlo, sesudo, que acostumbro a practicar en revistas como Dirigido: la intención ha sido, en esta ocasión, abrir el abanico de lectores y poder interesar también a aquellos que no le dan tanta importancia a la puesta en escena, y mucho más al desarrollo argumental. Por una vez, el acento está puesto en el qué y no en el cómo". No obstante, no piense el lector que se encontrará con un texto descuidado y excesivamente coloquial: la obra que nos ocupa está redactada con rigor y buen hacer; es solo que el autor, en esta ocasión, no resulta ser un crítico de cine que se acerca con curiosidad a un fenómeno como el de las películas de superhéroes, sino más bien se trata de un lector de cómics de esta temática que toma por objeto de estudio las adaptaciones fílmicas del material literario que conoce (y muy bien) previamente... pero con las herramientas propias de un crítico de cine hecho y derecho.
Sin más dilación, dejemos testimonio del contenido del libro y de cómo este está estructurado: tras un texto genérico a modo de introducción ("Cine y superhéroes: una larga relación)", Alarcón pasa a comentar las películas -y de paso, los seriales realizados tanto para la gran como para la pequeña pantalla- nacidas a partir de cabeceras de las dos grandes compañías del género: DC y Marvel Comics. De la primera comenta los casos de sus dos personajes más importantes, Superman y Batman, analizando las cintas dirigidas por Richard Donner, Richard Lester, Christopher Nolan o los citados Singer, Burton y Schumacher, sin olvidarse de producciones para televisión como Lois & Clark, Smallville o la popular serie de Batman de los años 60. También comenta el caso de Linterna Verde, menos célebre, seguramente como peaje a pagar para dotar al libro de un rasgo de actualidad al glosar la reciente, y para muchos fallida, adaptación firmada por Martin Campbell. Acto seguido, en un capítulo llamado "Liga de la Justicia: Tratamientos menores de DC Comics", el autor comenta los casos de Flash, Capitán Marvel, Supergirl, Steel, Catwoman, la Cosa del Pantano, Constantine y Jonah Hex. Esto es, personajes que no han tenido tanta suerte en la gran pantalla, algo obvio si recordamos los muy pobres filmes firmados por Jeannot Szwarc sobre la prima de Superman, Pitof con el álter ego criminal de Selina Kyle, o Wes Craven acerca del cómic de terror de Len Wein y Bernie Wrightson revitalizado por Alan Moore.
En el caso de Marvel, y atendiendo a sus orígenes literarios en orden cronológico, Alarcón glosa las grandezas y miserias de las adaptaciones protagonizadas por los 4 Fantásticos -que han tenido muy mala suerte en las películas dirigidas por Tim Story, no hablemos ya de la producción de Roger Corman que nunca llegó a ver la luz-; los citados Spider-Man de Raimi (con una mención al The Amazing Spider-Man de Marc Webb que está por venir) y X-Men de Singer, Brett Ratner y Matthew Vaughn -director que nos ha legado recientemente la estupenda X-Men: Primera generación-; Hulk -de Ang Lee a Louis Leterrier, sin olvidar la mítica y naif serie con Bill Bixby y Lou Ferrigno como Banner y Hulk-; Iron Man -para el que esto firma, con un tratamiento estupendo por parte de Jon Favreau-; Thor, Blade... y la más reciente de todas: Capitán América. Pero al igual que con DC, Alarcón deja un espacio para obras menores -en su opinión- a partir de personajes como Daredevil, Elektra, Punisher, Motorista Fantasma y Man-Thing.
Una vez cerrados estos apartados, que por razones obvias se llevan la parte del león del libro, el autor se centra en autores y temáticas más concretas: por un lado, dedica un epígrafe al citado Moore, autor británico que renueva el género a lo largo de los años 80 y 90, y del que se han realizado tres películas que pueden enmarcarse dentro de esta temática: La Liga de los Hombres Extraordinarios, V de Vendetta y Watchmen. También From Hell (Desde el infierno) tuvo su origen en un cómic escrito por Moore (de hecho, una de sus más grandes obras maestras), si bien su argumento -alrededor de la figura de Jack el Destripador y la investigación para atraparle- se aleja con creces del ámbito superheroico, a la postre objeto del presente estudio.
Los siguientes capítulos están dedicados a la lamentable The Spirit firmada por Frank Miller -otro gran autor del medio, aunque ha vivido tiempos mejores en el pasado- a partir de la inmortal creación de Will Eisner; El Cuervo (The Crow) de James O'Barr llevado al cine por, entre otros, Alex Proyas; las Tortugas Ninja, vistas en la gran pantalla tanto en filmes de imagen real como en animación digital; Hellboy, creado por Mike Mignola y llevado al cine por el fan fatal Guillermo del Toro; y Spawn de Todd McFarlane, fruto de una mediocre versión fílmica.
Acto seguido hace acto de presencia Mark Millar, uno de los autores hot del momento, convocado aquí gracias a las adaptaciones de dos de sus títulos más conocidos y celebrados: Wanted (Se busca) y Kick-Ass. Si el primero dio lugar a un film apenas aceptable como una adrenalítica action movie más, el segundo se convirtió en manos del citado Matthew Vaughn en una de las adaptaciones más conseguidas del género, gracias a su mirada cínica e irónica no solo acerca de los superhéroes en sí, sino también de sus acérrimos seguidores.
Llegado este punto, es el momento de agradecerle a Alarcón su acercamiento heterodoxo, lejos de fundamentalismos talibanes, al género, lo que nos permite leer textos breves pero reveladores acerca de títulos que no son verdaderamente adaptaciones de cómics, pero sí filmes que beben de la temática y la estética de este tema. Es el caso de la recuperable Darkman de un Raimi pre Spider-Man, del Hancock encarnado por Will Smith o de dos títulos tan imprescindibles como Los Increíbles y El protegido... ambos excepcionales, si bien el film de M. Night Shyamalan es, para el que esto firma y hasta este momento, la obra maestra definitiva del género.
También queda espacio para recordar dos filmes en los que aparecen escuelas de superhéroes, como Sky High y Zoom, así como el muy ilustrativo capítulo sobre parodias (por así decirlo) del género, que no solo reseña títulos como Mystery Men -a nuestro parecer, mucho mejor de lo que piensa el autor- o Mi super ex-novia, sino también dos cintas magníficas pero lamentablemente inéditas en nuestro país como Defendor y Super.
Como puede verse, estamos ante una obra más que exhaustiva y articulada con rigor. Ahora bien, y dejando aparte que puedan echarse en falta títulos que podrían haberse incluido en el presente libro, como Rocketeer, Juez Dredd, The Shadow, The Phantom o Dylan Dog -todos ellos héroes de hecho cuyo origen se encuentra en el noveno arte-, como aficionado a cualquier adaptación cinematográfica cuya fuente se halle en el mundo de la historieta, echo en falta una obra rigurosa que analice películas ajenas al género superheroico como -por citar solo algunas- Popeye, Ghost World, American Splendor, Oldboy, Una historia de violencia, Camino a la perdición, 30 días de oscuridad, 300, Los sustitutos, RED o la reciente Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio.
Pero, claro está, ese no era el interés de la presente obra, y habrá que esperar a un proyecto futuro que recoja el testigo de Alarcón, Casas y demás críticos en tratar este tema. Mientras tanto, sirva este recomendable Superhéroes. Del cómic al cine para descubrir algunos de los misterios y los entresijos de un género que, lejos de agotarse, parece haber venido para quedarse.
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1 comentario:
Muchas gracias por la crítica, Fran. Espero que alguien tome nota a lo que dices al final... ¡Me encantaría escribir un libro sesudo sobre el tema! ;)
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